sábado, 18 de junio de 2011

El camino torcido del #Twitthab o la inocencia de los corderos

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Pregunta de partida: ¿Es el uso de Twitter y todo lo relacionado con el acceso a las nuevas tecnologías de la información en Cuba común, libre, lo más normal del mundo, espontáneo, abierto, inclusivo, plural, chévere, bárbaro, apolítico, independiente, autónomo, neutral, emancipado y fiestero?

Quizá al final de este post Ud. pueda responder a esta interrogante con más elementos que los que tiene ahora a mano. Analicémosla a partir del encuentro de tuiteros que se está convocando bajo la etiqueta #Twitthab, a celebrarse el próximo viernes 1ro de julio, entre las 4 y las 7 de la tarde, en Cinecitá, 23 y 12, Vedado, La Habana.

Comencemos por los orígenes y la primera vez que apareció la etiqueta en Twitter, el pasado lunes 13 de junio, y sigamos cronológicamente analizando grupos de 140 caracteres. Hasta ese día, al menos en Twitter, ni siquiera se habían acordado el lugar ni la hora (las rayitas rojas son mías):


Un par de días después se recalca que se trata de un "encuentro para conocerse y compartir", así como el carácter del mismo: nada de política, nada de política, nada de política...


Pero lo de apolítico es sólo en apariencias, pues el privilegio de ser tuiteros dentro de la isla parece estar reservado únicamente para los que defienden al régimen. Aunque haya escrito "bandera", lo delata su retórica en éste y posteriores tweets:


Ésta otra sí lo va dejando claro: sólo los revolucionarios pueden encontrarse para hablar de Twitter. Y las palabrejas de la dictadura hacen entrada en el baile. Aquí: mercenarios (léase: los Yoani Sánchez, disidentes, opositores, blogueros alternativos, etc., etc., etc.):


El ciberpolicía Eduardo Fontes, (falso) "especialista en redes sociales" de la Seguridad del Estado, pide explicaciones y aporta lo suyo, rocía veneno contra Yoani Sánchez y agrega la palabreja espías. Bueno, en realidad sus tweets están cundidos de palabrejas... Pero lo que es más grave aún: acusa a los Estados Unidos y los mete en el potaje, ¡cómo iban a dejarlos fuera!:


Elaine le responde, al parecer molesta por el "monitoreo ideológico" que ya hinca. E insiste en que se trata de un encuentro para conocerse, "para todos, de todos":


Pero no, eso de "todos" no puede ser, ¡cómo que "todos"!, así que empiezan a llover las justificaciones:


...la reafirmación de ¿principios?:


...la propaganda a favor del castrismo, nueva palabreja incluida: asalariados, así como la dosis fiestera para embarajar todo lo anterior en un ambiente "sano":


Éste insiste en que no, que la idea era otra y quizaaaaaaá fuera esa una arista de la iniciativa inicial, un proyecto de los estudiantes para "publicar cosas académicas". Pero nació de otra forma: un encuentro para conocerse es algo diferente, y el rumbo que se le dio poco después, también.


Así que, ni lo sueñen: todo ese entusiasmo no cuenta con la aprobación debida y por ello es necesario manipular y chantajear un poco, a ver si quienes crearon toda esa burumba lo piensan mejor para la próxima, sobre todo los procedimientos y autorizaciones previas. Además, los menos interesados en dar sus caras son ellos mismos, los que controlan:


Hasta aquí una selección de tweets del #Twitthab que algunos de sus autores han escrito. Pero no termina así el cuento... no, qué va. Sigamos con otros datos no menos significativos. Para eso he reunido en una sola imagen las estadísticas de esos mismos autores en Twitter:


Noten el evidente contraste en el uso que dan a Twitter los que de alguna manera están vinculados a una casa de estudios y acceden a la reina del microblogging desde instituciones educativas (los 4 últimos tuiteros en la imagen), y el que le dan los estrechamente vinculados a la propaganda oficial y a la Seguridad del Estado (los 3 primeros).

Sus tweets suman en total 127,668 que, si lleváramos a CUC, equivaldrían a la misma cantidad en dólares, asumiendo que el envío de un SMS en Cuba cuesta 1 CUC:

127,668.00 CUC = 127,668.00 USD = 89,220.78 EUR
(Sólo para recordar: el salario promedio del cubano no sobrepasa los 25 CUC al mes)


Esa cifra se corresponde con unas 22 veces más todo lo que ha tuiteado la cubana con más seguidores en Twitter, por poner un ejemplo, (Yoani ha tuiteado hasta ahora 5,887 tweets). Lo cual significaría, por lo menos, unas 22 veces más la cantidad de dinero para hacerlo, por ejemplo. Pero no: TODOS esos casi 128 mil tweets son pagados por el desgobierno.

Si tenemos en cuenta que tuiteros como éstos tienen libre acceso a Internet, se conectan sin pagar y están "autorizados" por la Seguridad del Estado (archiconocido que es ésta quien regula, controla y supervisa el acceso a Internet en los centros de trabajo y estudios), algo que no les está permitido a más de 11 millones de cubanos que viven en la isla, quienes tienen que pagar elevadas sumas para acceder a Internet desde hoteles o desde cuentas en el mercado negro o enviando los tweets como SMSs desde la telefonía móvil, pues entonces las diferencias saltan a la vista.

Esas 7 personas acumulan 7056 seguidores en total, unas 20 veces menos que los que acumula la propia Yoani, y dudo muchísimo que a una petición de ayuda a sus seguidores tengan la reacción que sí ha llegado a tener Yoani para que le recarguen su móvil.

Entonces, ¿quién mantiene a quién, quiénes son los asalariados, los mercenarios, los espías, palabrejas en el argot oficial para desacreditar y satanizar a los que se les oponen?

Mi conclusión: el desgobierno cubano mantiene, subvenciona, y no necesita dar premios a quienes tuitean dentro del sistema y para el sistema. El premio es ése: poder tuitear y creer que se es "libre" en la red. Son tuiteros asalariados pero sin cobrar dinero constante y sonante por ello: reciben prebendas unos, palmaditas, otros, y una dádiva tuitera todos.

Algunos son el más claro ejemplo de la variante cubana de mercenario, palabra que la Real Academia de la Lengua Española define como "Que percibe un salario por su trabajo o una paga por sus servicios / Hombre que desempeña por otro un empleo o servicio por el salario que le da". Ese es el caso de los que están dedicados a tiempo completo al tuiterío, a la propaganda castrista allí, al descrédito de los demás, a la manipulación constante.

También los hay espías ("Persona que con disimulo y secreto observa o escucha lo que pasa, para comunicarlo a quien tiene interés en saberlo"). Y de estos sí que hay muchos, del mismo aparato ideológico y político del desgobierno.

Pero, sobre todo, los hay ingenuos ("Candoroso, sin doblez") que, quizá, están más matizados por la euforia y rebeldía propias de la juventud que por el asentimiento ciego y la reverencia al tutelaje. Alguno que otro parece haber despertado alguna que otra vez, pero aún muchos son corderos inocentes ("Cándido, sin malicia, fácil de engañar"), perfecta carne de cañón de las dictaduras.

Ahora le repito mi pregunta inicial: ¿Es el uso de Twitter y todo lo relacionado con el acceso a las nuevas tecnologías de la información en Cuba común, libre, lo más normal del mundo, espontáneo, abierto, inclusivo, plural, chévere, bárbaro, apolítico, independiente, autónomo, neutral, emancipado y fiestero?

Yo escribía ayer en mi cuenta de Facebook y en el blog Un cubano en Canarias, que a un cubano tuitero en Cuba sólo le pegaría lo último. Reconozco que tal vez, a lo mejor, es posible, quizá, haya surgido la idea de manera espontánea en un aula de la Facultad de Periodismo. Pero el camino del #Twitthab se torció en menos de 30 tweets y va andando uno muy diferente que la policía política, para sus propósitos, intentó manejar y controlar desde que lo descubrió. Como a sus corderos. Y ya verán como sigue la novela hasta, el y después del 1ro de julio...

¿Y Ud. qué piensa?



[Nota 1:
Imágenes/estadísticas fueron capturadas/consultadas hoy sábado 18 de junio de 2011 a las 3am hora de La Habana (9am hora de Berlín).
Nota 2:
Ni me pregunte cómo pude estar un rato captando tweets sobre el #TwittHab en cada una de las cuentas que le muestro arriba. Yo hice como cuando entraba a los baños de las escuelas donde estudié en Cuba, incluída también la Universidad de la Habana: aguantaba la respiración para apartar un poco el penetrante hedor...]
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1 comentarios:

Anónimo dijo...

Gracias, Aguaya. Al fin entiendo. Joan y Alexis tambien me ayudaron. Saludos guajiros para ti.